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Dicen varios perfumistas que el jazmín es su flor favorita para trabajar, que no es fácil encontrar una buena esencia y conseguir que no quede pesada ni empalagosa. El jazmín los hace crecer, querer superar sus límites para poder ser mejores perfumistas. Con esta premisa, no nos extrañamos cuando Stefano Alderuccio nos contó que fue la más difícil de las tres creaciones, porque no es fácil conseguir un jazmín, tan fresco, tan llevadero y tan majestuoso a la vez. Un acorde de jazmín, iris, hoja de violeta, mandarina y vetiver, es el culpable de que Jacques Chabert y Natalie Koobus, bajo la tutela de Alderuccio, hayan conseguido ensalzar la blanca flor como lo harían sólo los grandes maestros.
