La creatividad de Pierre Guillaume parece no tener fin, siempre sorprendente, siempre en su sitio. Azafrán, menta, incienso, pino, cedro, jengibre y almizcle, esta es la combinación ganadora. La menta se alía con el incienso y el pino, el azafrán y el jengibre añaden chispa y el almizcle asienta a cada cual en su sitio. Un perfume atemporal y contemporáneo a la vez, sofisticado y urbano, reconocible e inolvidable.