Un homenaje al sol, a las sonrisas y a un verano eterno en forma de fragancia frutal. Un albaricoque fresco rodeado de ruibarbo, sándalo y notas verdes como la albahaca o la buddleja, con este acorde nos trae Pierre Guillaume esa sensación de sombra en en un día soleado y caluroso. Aunque sombra sí, pero sin querer desperdiciar ni un rayo de sol.