La descripción de Sacreste es muy fácil de escribir: huele a incienso. Pero no un incienso cualquiera, al que hayas podido oler en la catedral más majestuosa en la que hayas estado. Si cierras los ojos y aspiras, te verás allí, en tus vacaciones en Toledo huyendo del sofocante calor, adentrándote en el Born hasta la basílica de Santa María del Mar o la más literaria aún, esa que se construyó en tu imaginación cuando leíste Los Pilares de la Tierra. Incienso, pimienta negra, resinas, láudano... para crear esa atmósfera única de sequedad, humedad y silencio sepulcral.