"Crecer en la Escocia rural fue, en retrospectiva, un regalo absoluto. Algunos de mis recuerdos más preciados de la infancia son los paseos primaverales. El cambio de estación traía consigo un nuevo y aromático paisaje. Recuerdo haber pasado la mayor parte de mi juventud en uno de los bosques de mi pueblo, un lugar simplemente mágico, sobre todo en primavera: muscari, jacintos, campanillas azules, campanillas de invierno y millones de narcisos proliferaban casi sin ser molestados bajo antiguos castaños, robles y peculiares nogales plantados por la familia de mis amigos décadas atrás. La escena se veía interrumpida por un pintoresco arroyo que parecía tener solo dos escenarios: furioso o casi inmóvil. De todas las flores silvestres que crecían en esta pradera boscosa, los narcisos eran los más memorables para mí, irradiando su extrañamente maravilloso aroma en una alfombra de calidez moteada por el sol."
A esos recuerdos de la infancia homenajeó McCall hace casi una década cuando ideo este acorde que ahora ve la luz con el nombre de Vernus.
