Como los famosos nenúfares que pintaba Monet, las flores se vuelven difusas entre las notas verdes y acuáticas, pero en ningún momento pierden su belleza. Décou-Vert está lleno de muguet, magnolia, lilas… pero aunque presentes, son silenciosas, sin querer enturbiar la calma que se respira. Aparecen rodeadas de halo acuático y verde, donde todo que vuelve más fresco. Un arroyo escondido ante los ojos del que no quiere ver más allá, susurrante en su discreción, pero deseando ser el rincón predilecto de alguien.