El Iris es un olor floral entre terroso y empolvado que no todo el mundo llega a entender. A veces es difícil de querer pero una vez que lo haces, ya te tiene para siempre. En 1937, pasaron muchas cosas en París: desde la apertura de la casa Balenciaga en la capital francesa a la presentación de la primera colección de Jacques Fath al público, pasando por el lanzamiento del primer carré de Hermès. En ese mismo año, la casa Le Galion sacó su primer perfume dedicado a una única flor: una exquisita, limpia y elegante versión del iris.